La ozonoterapia es la aplicación del ozono con fines médicos, para tratamiento de enfermedades. Este ozono es obtenido a partir de oxigeno puro exclusivamente, ya que el ozono producido a partir del aire da lugar a óxidos de nitrógeno de elevada toxicidad. La ozonoterapia se aplica con buenos resultados en un amplio espectro de trastornos de la salud, el ozono es usado en: angiología, dermatología, alergología, proctología, gastroenterología, gerontología, reumatología, cirugía, urología, entre otras patologías.
El ozono posee notables propiedades bactericidas –viricidas y antimicóticos, además de una elevada capacidad de estimular la formación de nuevos tejidos de nuestra piel para lo cual recibe el nombre de restaurador biológico. La molécula de ozono estimula el desarrollo y la regeneración de los tejidos corporales y destruye todo tipo de microorganismos desinfectando y esterilizando la zona tratada.
Las terapias bioxidantes aceleran el metabolismo del oxígeno y estimulan la liberación de los átomos del mismo, desde la corriente sanguínea hasta las células; cuando se incrementan estos niveles disminuye el potencial de enfermedades, por lo que fluyen, grandes cantidades de oxígeno dentro del cuerpo, los gérmenes, parásitos, hongos, bacterias y virus son destruidos junto con las células enfermas o tejidos maltratados. Al mismo tiempo, las células sanas no solo sobreviven, sino que además son capaces de multiplicarse; como resultado se logra un mejor sistema inmunológico. El ozono puro al ser inhalado es tóxico, pero se ha demostrado que es seguro y efectivo cuando está diluido para uso terapéutico, es un modulador biológico del estrés oxidativo cuando su administración es a dosis y concentración adecuadas. Esta no es una medicina alternativa, sino que es considerada como una medicina natural, la cual, sobre la base de todos los conocimientos que requiere la aplicación del gas, instrumenta los tratamientos con ozono, independientemente de la utilización de otros fármacos específicos, así como otras terapias de la medicina natural y tradicional.
Desde el punto de vista clínico, la ozonoterapia no tiene efectos colaterales tóxicos al asociarse a otros tratamientos, no compite, sino que es aleatorio a cualquier otra aplicación médica. En la medicina alternativa, las personas buscan que los efectos de las prácticas realizadas por los aparatos tengan mínimas reacciones colaterales con el cuerpo. Es allí donde la ozonoterapia ha ayudado a más de una persona en la reactivación de su metabolismo, en tratamientos de alergias, dolores de cabeza severo, problemas digestivos, problemas dermatológicos, entre otros.
La ozonoterapia tiene un enorme potencial terapéutico que, hasta ahora, ha pasado desapercibido, e incluso ha sido obstruido por las autoridades médicas del mundo. Entre las razones que han influido en la subvaloración de su utilidad y en los prejuicios y la prevención subjetiva contra la misma se pueden mencionar, por una parte, la ignorancia acerca de sus características específicas, así como probablemente grandes intereses comerciales farmacéuticos contra una terapia que puede sustituir a muchos fármacos de gran consumo. Por otra parte, también es cierto que durante muchos años se vino desarrollando empíricamente, mayormente por médicos privados, carentes de recursos y financiación para organizar estudios básicos. Afortunadamente, en las décadas de los años 80 y 90, algunas instituciones públicas, como el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Cuba y la Universidad de Siena en Italia, comenzaron a realizar este tipo de estudios que han sido básicos para llevar la ozonoterapia a un nivel más científico. También ha sido muy importante la labor creciente de varias asociaciones médicas europeas de ozonoterapia, que han promovido congresos, cursos y publicaciones, además de numerosos trabajos de investigación científica, y han logrado interesar también a muchas otras instituciones públicas en Europa.
La ozonoterapia no excluye la medicina ortodoxa, sino que, en muchos casos, se integra con ella. Existen también enfermedades vasculares, tales como úlceras crónicas y heridas que no terminan de sanar, y donde la ozonoterapia es esencial, mientras que en otras enfermedades no sólo tiene un rol útil, sino también complementario.
La vasodilatación causada por el incremento en la liberación de NO, nitrosotioles (Joyner y Dietz, 1997; Kashiba et al; 1999) y autacoides pueden salvar áreas isquémicas en las extremidades, el corazón, el cerebro, los riñones y los pulmones. Un incremento en el suministro y liberación de oxígeno y nutrientes es crucial para la recuperación de las células gravemente lesionadas, por lo que una intervención a tiempo con ozonoterapia puede evitar daños irreversibles y una posible muerte.
La liberación de un conjunto de factores de crecimiento desde las plaquetas y las células endoteliales, pueden ser responsables de la extraordinaria rapidez con que la ozonoterapia produce la curación de úlceras necróticas, particularmente mejorada por la aplicación tópica de agua y aceite ozonizados.
Se conocen bien las propiedades desinfectantes del ozono sobre la mayoría de los patógenos pero, en los países occidentales, los conocimientos sobre la utilidad terapéutica de ozono, especialmente en infecciones crónicas (abscesos importantes, peritonitis, osteomielitis, etc.) es aún mínima. ¿Cuántos miles de pacientes con shock séptico y tóxico se podrían haber salvado si los médicos hubieran aceptado tratarlos vigorosamente con terapia de ozono? .