CÁNCER TRATAMIENTO CON OZONOTERAPIA

La ozonoterapia tiene un variado mecanismo de acción, es oxigenante, germicida, regulador inmunológico, antiinflamatorio, analgésico y activa sistemas antioxidantes. Todo esto con «una sola toma». Cualquier enfermo y en especial los oncológicos precisan del buen funcionamiento de todos estos sistemas, por lo tanto no existe ninguna excepción, los enfermos de cualquier tipo de cáncer debieran recibir tratamientos con ozonoterapia.

Te podemos ayudar con este tratamiento y con otros más

Cáncer: tratamientos con Ozonoterapia

Los tratamientos médicos a base de ozono se han ido introduciendo de forma paulatina en el mundo. Los principios de la ozonoterapia no son nuevos, pero las investigaciones médicas más recientes han logrado importantes avances y aplicaciones hasta ahora inéditas.

¿La ozonoterapia sustituye a la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia o es un tratamiento complementario?

Sin duda es complementario. Actualmente los tres procedimientos que menciona son armas anticáncer de primer orden, en especial la cirugía. Sin embargo todas provocan en el paciente un descomunal estres oxidativo y un severo deterioro de su nivel de defensas antiinfecciosas. Es muy importante proteger al organismo frente al ataque oxidativo de estas terapias. La ozonoterapia activa sistemas enzimáticos antioxidantes y aumenta la inmunovigilancia oncológica, además de tener un efecto antitumoral protege las células sanas frente a la sobreproducción de radicales libres. Por otro lado la radioterapia basa su efecto en producir radical hidroxilo, para que este se produzca cuanto mejor oxigenado esté la zona a radiar mayor eficiencia tendrá la radioterapia. El ozono aumenta el transporte del oxígeno al tejido y por tanto tiene un efecto sinérgico con la radioterapia a la vez que demora la presentación de efectos secundarios y cuando estos aparecen son de menor entidad.

¿Existe ya un estudio de los resultados testados de la aplicación de esta terapia?

Sí, existen estudios tanto en animales como en humanos, in vitro como in vivo, sobre la eficacia del ozono en muchas enfermedades y entre ellas, el cáncer. Posiblemente el efecto más estudiado del ozono es su capacidad de aumentar el transporte del oxígeno a los tejidos y la capacidad de estimular o activar los sistemas enzimáticos antioxidantes. El International Journal of Cáncer, 15 de mayo del 2008, ha publicado un extraordinario artículo referido a la curación de tumores de células escamosas en cabeza cuello en conejos mediante la insuflación de oxígeno ozono intraperitoneal, trabajo realizado por el Dr. Siegfried Schultz de la Universidad de Marburgo.

El cáncer y la Ozonoterapia

El cáncer aparece cuando las células anormales crecen y se extienden rápidamente. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen y tienen mecanismos para dejar de crecer. Con el tiempo, también mueren. A diferencia de estas células normales, las células cáncerosas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente, y no se mueren. Las células cáncerosas suelen agruparse y formar tumores. Un tumor en crecimiento se transforma en un bulto de células cáncerosas que destruyen a las células normales que rodean al tumor y dañan los tejidos sanos del cuerpo. Un tumor es cualquier alteración de los tejidos que produzca un aumento de volumen.

Un tumor es un agrandamiento anormal de una parte del cuerpo, que aparece, por tanto, hinchada o distendida. En sentido restringido, un tumor es cualquier bulto que se deba a un aumento en el número de células que lo componen, independientemente de que sean de carácter benigno o maligno.

Cuando un tumor es maligno, tiene capacidad de invasión o infiltración y de metástasis a lugares distantes del tumor primario, y entonces es un cáncer.

El desequilibrio metabólico de una célula tumoral, relacionado con el aumento de la glucólisis conlleva un aumento en la producción de lactato.

El Dr. Washuttl de la Universidad de Viena pudo constatar con un grupo de pacientes tratados con la Auto hemoterapia (Un tipo común de tratamiento con Ozono), un descenso significativo de los valores de lactato, probablemente debido al efecto inhibitorio directo sobre el crecimiento de las células tumorales.

Las investigaciones con cultivos celulares concuerdan con estas observaciones; en ellas se demostraba, en comparación con otras células, una disminución selectiva del crecimiento tumoral atribuible, al menos en parte, a una intolerancia a los peróxidos de las células tumorales, incapaces de realizar una desintoxicación efectiva de los peróxidos como resultado de un contenido insuficiente en peróxidasa, catalasa y superóxido dismutasa.

Por otra parte los peróxidos que se forman a partir de los ácidos grasos, insaturados por acción del ozono, despliegan todo su poder oxidante sobre la célula cáncerosa inhibiendo el crecimiento del tumor.

En las células tumorales existe, asimismo, una alteración de la cadena respiratoria mitocondrial. Debido a esta circunstancia se ha intentado influir sobre algunas sustancias fisiológicamente importantes mediante la utilización del ozono en la fracción mitocondrial.

La disminución significativa del ADN revela una activación importante de la cadena respiratoria, y encuentra su explicación en el elevado consumo de ADN a nivel de la decarboxilación oxidativa del metabolismo aerobio de los carbohidratos.

Mediante la ozonoterapia se favorece un mejor ataque en las membranas de las células tumorales por parte de los linfocitos CD8 citotóxicos.

Bajas dosis de ozono son capaces de formar cantidades “discretas” de radicales libres ejerciendo funciones positivas a nivel celular y en particular en el “killing” bactérico y de las células tumorales.

El ozono inhibe el crecimiento de las células cáncerígenas.

Una probabilidad razonable es que el cáncer de las células humanas tiene el sistema antioxidante dañado y es incapaz de ejercer una inactivación peroxidativa efectiva.

La inmunomoduladora actividad de la terapia con ozono puede representar una ventaja tanto en el tratamiento de mínimas enfermedades residuales o incluso en lentos procesos metastáticos de cáncer en pacientes ancianos, donde una monoquimioterapia paliativa parece inútil y empeora la calidad de vida.

En cambio, la mejor oxigenación del tejido neoplásico debería inhibir la liberación del factor de crecimiento vásculoendotelial , controlando así la neoangiogénesis y el crecimiento tumoral.

Antes de proseguir debemos recordar que toda célula sana obtiene la energía para vivir básicamente por “vía aeróbica, es decir, utilizando oxígeno. Sin embargo, cuando se vuelve cáncerosa utiliza una vía anaeróbica: fermentando glucosa fenómeno que se conoce como glicólisis y lo mismo hará toda su “descendencia” . Solo que por esta segunda vía obtiene casi 20 veces menos energía. Así lo descubriría Otto Warburg Premio Nobel de Medicina en 1931 y 1945 para quien la necesidad de tan alto consumo de glucosa por la célula cáncerosa sería lo que obliga al cuerpo a provocar una multiplicación celular masiva formando lo que llamamos tumor.

El ozono es una terapia complementaria en el tratamiento del cáncer

La Radioterapia basa su efecto en la producción de radicales libres; concretamente en la producción de radicales hidróxilo. Pero para que éste se produzca la zona a radiar debe estar oxigenada; es decir, la radiación ionizante funciona si existe oxígeno.

Así que la capacidad del ozono de incrementar la transferencia de oxígeno asegura no sólo mayor eficacia de la Radioterapia sino que también reduce los efectos secundarios de la misma al proteger la célula sana por su capacidad de activar sistemas antioxidantes fundamentales en la lucha contra los radicales libres.

El ozono además activa sustancias como la prostaciclina con actividad tumoral reconocida y posiblemente el mecanismo de actuación principal del ozono por vía intraperitoneal y estimula las defensas.

El preacondicionamiento con ozono antes de recibir quimioterapia o someterse a una intervención quirúrgica prepara pues al organismo al estimular sus sistemas defensivos antioxidantes e inmunológicos minimizando los efectos secundarios del tratamiento y potenciando su efecto terapéutico.

El mecanismo de acción del ozono es un mecanismo de sentido común, elemental e imprescindible en la lucha del cáncer y de otras muchas enfermedades”.

Cabe agregar que al regenerar el ozono también las condiciones eléctricas de la membrana ésta recupera la elasticidad y los glóbulos rojos o eritrocitos –que son las células que se ocupan de llevar oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo pueden pasar a través de capilares de menor calibre. Asimismo mejora la viscosidad sanguínea, la viscosidad plasmática, la deformabilidad de los glóbulos rojos y la agregación eritrocitaria lo que favorece el transporte de oxígeno y nutrientes a las células. Y con ello el reestablecimiento progresivo de las funciones metabólicas.

El ozono potencia además el sistema inmune ya que mejora la actividad de los linfocitos T y los monocitos encargados de liberar citoquinas, mensajeros intercelulares capaces de activar los mecanismos de inmunidad natural. En particular interferón gamma, sustancia endógena que carece de los problemas que provocan los fármacos químicos que se comercializan con el mismo nombre. Con ozono el interferón gamma endógeno puede llegar a aumentar entre el 400 y el 900%.

El ozono estimula la producción de las tres enzimas antioxidantes que forman la principal defensa del organismo ante los radicales libres: la superóxido dismutasa, la catalasa y la glutatión peroxidasa. Sistemas enzimáticos que muchos tipos de células cáncerosas tienen deprimidos. Por esa razón las células cáncerosas no pueden defenderse del ataque producido por los radicales libres derivados de la llegada de oxígeno al tejido tumoral.

Es importante señalar que el oxígeno es muerte y vida, que la llegada de oxígeno a la célula lleva consigo la formación de radicales libres y que el equilibrio entre producción y eliminación depende del buen funcionamiento de las enzimas superóxido dismutasa, catalasa y glutatión. Por tanto, la llegada de oxígeno a una célula tumoral lleva aparejada la producción de radicales libres que su sistema enzimático deteriorado no es capaz de contrarrestar y como consecuencia de la abundancia de los mismos se produce la muerte tumoral. La célula sana no tiene este problema; solo lo tiene la célula enferma.

En 1980 la revista Science publicó El Ozono inhibe selectivamente el crecimiento de las células humanas de cáncer. El estudio demostró que el ozono inhibe el crecimiento de células humanas de cáncer de pulmón, mama y tumores uterinos.

Igualmente significativo es el trabajo de un grupo de investigadores españoles de las Palmas coordinado por Bernardino Clavo que con su estudio Ozonoterapia para la oxigenación tumoral: un estudio piloto demostró la importancia del ozono para mejorar la situación de hipoxia –falta de oxigenación de los tumores, apuntada por muchos autores como factor esencial para el crecimiento tumoral.

El estudio publicado en Evidenced based Complementary and Alternative Medicine en el 2004 se realizó sobre 18 pacientes. La terapia sistémica de ozono se administró por autohemotransfusión en tres días alternos durante una semana.

Se midieron los niveles de oxigenación del tumor antes y después de la primera y tercera sesión con ozono y el resultado fue una disminución significativa en los valores de hipoxia siendo los tumores que peor oxigenados estaban los que más se beneficiaron. A pesar de ser administrado durante un período muy corto explicaron los investigadores que la ozonoterapia mejora la oxigenación en la mayoría de los tumores hipóxicos.

Más recientemente, en el 2008, un equipo de investigadores cubanos coordinado por Silvia Ménendez efectuó un trabajo que titularon Terapia de ozono en el tratamiento del cáncer: estado de la cuestión en el que recogieron diversas investigaciones relacionadas con la aplicación del ozono.

En mayo del 2008. Siegfried Schulz veterinario de los Servicios Veterinarios y Medicina de Animales de la Universidad Philipps de Marburg (Alemania) , uno de los principales investigadores en el campo de la aplicación del ozono. Su trabajo –Treatment with ozone/oxygen pneumoperitoneum results in complete remission of rabbit squamous cell carcinomas fue publicado en el International Journal cáncer.

En 1974 se hizo un ensayo en Alemania que se publicaría como Terapia mediante inyección intravenosa para cáncer genital con mezcla de ozono oxígeno en el tratamiento con radioterapia ginecológica en el que 40 mujeres con tumores primarios de cáncer genital y 5 con tumores recurrentes fueron tratadas con una mezcla de oxígeno y ozono. Y los investigadores fueron claros: “La regresión de los tumores genitales femeninos en ambos grupos estudiados fue más rápida. Los efectos secundarios de la radioterapia fueron reducidos y la condición general de los pacientes mejoró”.

Los investigadores cubanos recogen en su reciente trabajo recopilatorio otro estudio –éste del año 1998 en el que el ozono rectal se utilizó como coadyuvante de un tratamiento de radioterapia con cobalto 60. De los setenta pacientes con cáncer de próstata a los que irradió a la mitad se les insufló además ozono por el recto. Bien, pues el 84% de los pacientes tratados sólo con radioterapia sufrieron efectos secundarios (dermatitis, cistitis, proctitis, etc.), porcentaje que fue de sólo el 52% entre quienes asimismo fueron tratados con ozono. Además el valor del antígeno específico de próstata se redujo a menos de 10 ng/ml en el 92% de los que recibieron ozono.

En el 2001 un equipo dirigido por la investigadora rusa Claudia Kontorschikova presentó el trabajo titulado Ozonoterapia en un tratamiento complejo de cáncer de mama en el que se explica otra investigación efectuada con 52 mujeres a treinta y dos de las cuales además de una terapia con citostáticos –fármacos que se usan para inhibir el crecimiento tumoral se les insufló ozono por vía intravenosa o rectal. Pues bien, “la participación de la terapia de ozono en un tratamiento complejo de pacientes con cáncer de mama –se dice en las conclusiones contribuyó a disminuir la incidencia y el grado de los efectos secundarios tóxicos de los citostáticos, mejoró su calidad de vida y los parámetros inmunológicos, y aumentó significativamente la actividad del sistema de defensa antioxidante”.

El equipo español de Bernardino Clavo publicó también en el 2004 Ozonoterapia adyuvante en tumores avanzados de cabeza y cuello: estudio comparativo cuyo objetivo fue evaluar el efecto clínico de la Ozonoterapia en pacientes con cáncer de cabeza cuello en el curso de su tratamiento con radioterapia. Durante un período de 3 años 19 pacientes fueron sometidos pues a radioterapia si bien 12 fueron además tratados con quimioterapia (antes y/o durante). Y a los miembros del otro grupo, de siete pacientes, se les administró ozonoterapia sistémica dos veces por semana mientras recibían la radioterapia.

Cabe aclarar que el grupo que recibió Ozonoterapia era el de más edad, tenía un mayor porcentaje de afectación ganglionar y una tendencia tumoral más desfavorable por lo que sus expectativas de vida eran muy inferiores a las de los otros grupos. Bueno, pues a pesar de ello la supervivencia media entre quienes no recibieron ozono fue de 6 meses y entre quienes sí lo recibieron de 8.

Un año después, en el 2005, un grupo de investigadores italianos coordinado por María Letizia Iabichella publicaría Un caso de glioblastoma tratado con terapia de combinación con temozolomida y ozono en forma líquida administrada continuamente por vía venosa central” que describe el caso de una joven con glioblastoma multiforme. La paciente había sido sometida a craneotomía con resección quirúrgica del tumor y radioterapia pero ante la escasa respuesta del tratamiento se le dio temozolomida, también sin resultados. Sin embargo, el tumor se reduciría cuando se añadió ozono mediante un catéter venoso central.

En suma, se ha investigado el ozono como terapia coadyuvante de los tratamientos convencionales en una amplia gama de tumores y se ha visto claramente su utilidad. Tenemos claro que la Ozonoterapia es una terapia imprescindible en todas aquellas enfermedades en las que exista un desequilibrio del estrés oxidativo, entre ellas el cáncer.

En la lucha contra el cáncer avanzado o terminal no han aparecido desde hace muchos años medicamentos curativos o que hayan demostrado alargar la esperanza de vida más allá de unos pocos meses. Sólo se ha avanzado en el diagnóstico precoz.

Beneficios de la ozonoterapia en pacientes con cáncer.

  • Le brinda mejor calidad vida al paciente.

  • Disminuye el dolor causado por el cáncer.

  • Disminuye el tamaño del tumor.

  • Ayuda a tolerar mejor la quimioterapia y la radioterapia.

  • Mejora las condiciones para los procesos quirúrgicos, y repoden mejor a dicho proceso.

  • Mediante la ozonoterapia se favorece un mejor ataque en la membrana de las células tumorales por parte de los linfocitos CD8 citotóxico.

  • Mejora la oxigenación del tumor.

  • Es de bajos costos.

  • Es un tratamiento complementario para el cáncer.

Conclusión: La deficiencia de oxigeno provoca el cáncer. Si la célula es privada crónicamente de oxigeno, y aun no muere, el cáncer finalmente aparecerá. La verdadera causa del cáncer es la falta de oxigenación celular. Para destruir el cáncer , lo que se requiere es la introducción de grandes cantidades de oxigeno a nivel celular. El ozono tiene la habilidad de prevenir el cáncer. Los efectos de ozono son acumulativos, ya que el cuerpo se vuelve más limpio, las toxinas almacenadas son eliminadas y el terreno biológico es mejorado constantemente. De esta manera, se previene el cáncer.

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